El geoparque Lanzarote y el Archipiélago Chinijo lo constituyenun conjunto de islas volcánicas oceánicas con un patrimonio geológico de interés internacional. En él es posible observar la interacción entre los procesos volcánicos, los erosivos y los sedimentarios. Esto, además del papel divulgador que como destino turístico ha potenciado estos valores, han convertido a la isla en el onceavo Geoparque del país.

Todo comienza en 1993, cuando la UNESCO declara a la isla Reserva de la Biosfera contabilizándose hasta 13 entornos protegidos y casi 70 lugares de interés geológico, en su mayoría de interés volcánico y morfológico. Precisamente para potenciar y proteger esa singular belleza de Lanzarote fueron creados los Centros de Arte, Cultura y Turismo, donde los visitantes disfrutan de estos parajes únicos, apostando a su vez por la conservación de los mismos. Entre ellos destaca el Parque Nacional de Timanfaya, una visita obligada para todo aquel que viaje a la isla por primera vez.   

Con el objetivo de seguir en esa senda de difusión y protección de estos lugares, en el año 2013 se pone en marcha el proyecto “Lanzarote y Archipiélago Chinijo”. Un año después la isla supera la evaluación del comité de la Red Europea de Geoparques. Para ello fue determinante que el territorio cumpliera los tres requisitos básicos exigidos: una geología excepcional, el desarrollo del geoturismo, y el valor divulgativo y educativo que se ha realizado del patrimonio geológico insular. De esta manera, en abril de 2015 Lanzarote obtiene por fin el título de Geoparque junto al Archipiélago Chinijo, ratificado en Francia por el Comité de Coordinación de la Red Europea de Geoparques. 

Además de los ya citados Centros Turísticos, fueron decisivos para la obtención de este reconocimiento muchos otros enclaves de interés geoturístico. Volcanes, acantilados, cuevas, playas, coladas, jameos, calderas y un sinfín de rincones de gran belleza convirtieron a isla y al archipiélago Chinijo en un geoparque mundial de la UNESCO. Entre todos esos lugares podríamos destacar por su singularidad los siguientes:

El Golfo y su espectacular lago verde: Conocido como el Lago de los Clicos, su color se debe a las microalgas que habitan bajo su superficie. Justo delante de este gran charco hay una peculiar playa de arena negra rematada en el lado sur por un roque amarillo. La mezcla de colores y su particular fisonomía lo convierten en un lugar único. 

La Graciosa: Se trata de la octava isla canaria y la más grande del Archipiélago Chinijo. Un paraíso sin carreteras asfaltadas y con dunas blancas, volcanes y preciosas playas como la de Las Conchas. A La Graciosa podemos acceder en barco desde Órzola, en el norte de Lanzarote.   

La Geria: Es uno de los paisajes más originales del mundo. Este paraje está formado por una gran extensión de cenizas volcánicas procedentes de las erupciones de Timanfaya  entre 1730 y 1736. Constituye la mayor superficie de cultivo vid de Lanzarote, donde cada viña se encuentra en un hoyo excavado en el propio lapilli y protegida del viento con muros semicirculares de piedra. Además en esta zona se encuentra otra joya natural y de gran interés volcanológico, la Cueva de Los Naturalistas.   

En la actualidad el Geoparque Lanzarote y Archipiélago Chinijo se encuentran en pleno proceso para revalidar su distinción. No en vano, el pasado mes de julio visitaron la isla los evaluadores de la UNESCO, para garantizar que se sigue cumpliendo con los ratios de calidad establecidos, un examen al que los geoparques deben enfrentarse cada cuatro años. De superar esta prueba, Lanzarote y el Archipiélago Chinijo continuarán, al menos durante un tiempo más, formando parte de esta prestigiosa Red. 

Fotos:

  • geoparque.eu
  • masscultura.com
  • geoparquelanzarote.org