Es curioso como un animalito tan pequeño y en tan poco tiempo puede llegar a invadir una isla. Y es que las ardillas de Fuerteventura, o la ardilla moruna, llegaron a mediados del siglo veinte desde África. Tan solo hizo falta una pareja para que en poco tiempo se convirtieran en una especie más de Fuerteventura. Aunque no hay que olvidar, que sigue siendo una especie invasora que provoca que otras especies endémicas corran peligro.

Pero vamos a contar su historia. En los años 60 un majorero que venía desde África se trajo en su equipaje a una pareja de ardillas. Un macho y una hembra. Las alimentaba y cuidaba en su casa, en la localidad de Gran Tarajal, hasta que una de ellas se escapó, e inconscientemente decidió soltar a la otra. En tan solo tres años, muy cerca de allí, esta linda pareja ya había formado una extensa colonia. Y lo que comenzó como un entretenimiento para los vecinos, pues alimentaban y observaban a este nuevo roedor, se ha convertido en un problema para la fauna autóctona.

Hoy en día, esta especie invasora se ha extendido por gran parte de la isla de Fuerteventura. Se estima que haya cerca de un millón de ardillas, pues es una especie muy difícil de controlar. Se adapta fácilmente al entorno y prolifera muy rápido. Se trata de una especie omnívora, que se alimenta de vegetales (muchos procedentes de cultivos), de huevos de aves autóctonas, de insectos y basura en general. La ardilla de Fuerteventura se ha convertido en una auténtica atracción para los turistas, les alimentan para sacarse una foto con ellas, ayudando a mantener a una especie que ha provocado y sigue provocando grandes cambios en el ecosistema de la isla. 

Al no contar con depredadores ni competidores que la amenacen han podido acampar a sus anchas por la isla. Esto ha provocado que sean competidoras directas de muchas especies que sí son endémicas y únicas en Fuerteventura, y debido a ello estas poblaciones se hayan visto mermadas. Afecta a la expansión de otras especies que no tienen la misma facilidad de proliferación y si añadimos que en muchos casos las ardillas se alimentan de los huevos de algunas aves, pues el daño es mayor. 

Por eso es muy importante que cuando viajamos, no olvidemos dejar todo en su sitio, hacer caso a las señalizaciones y nunca, nunca, llevarnos plantas o animales a nuestro hogar. Porque como hemos visto con la ardilla de Fuerteventura, por muy linda que nos parezca, para el ecosistema que nos rodea puede resultar fatal.

Precauciones con las ardillas de Fuerteventura:

  • No se aconseja darles de comer. Estos roedores pueden ser un foco de enfermedades que para los humanos pueden ser muy peligrosas.
  • Para que no se siga propagando por la isla y por el resto del archipiélago, el Gobierno de Canarias cuenta con varios técnicos para tener controlada la población. Si avista alguna ardilla en un entorno que no suele ser el habitual, se aconseja informar a las autoridades. 
  • Tener mucha precaución ya que este animal mucha veces se esconde entre los motores de los coches y podríamos llevarnosla a otra isla por error. Si esto ocurriese hay que dar parte urgente al Seprona para que ellos puedan controlar la situación y evitar que este animal se propague en el resto de islas.

 

Fotos:
  • diariodefuerteventura.com
  • fotonatura.org
  • revistaquercus.es
  • mapio.net

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